- La elección de mayo no ha sido reconocida por los principales países democráticos del mundo. De hecho, los defensores de Maduro son Rusia, China, Turquía, Cuba y sus satélites. Tampoco ha sido reconocida por los partidos de oposición presentes en la asamblea nacional.
- El único cuerpo político venezolano que posee la legitimidad de las urnas y la legitimidad constitucional es la Asamblea Nacional. Todos los otros están copados 100% por el régimen madurista.
- El 5 de enero 2019 la Asamblea Nacional inició su periodo constitucional 2019 y nombró una nueva junta directiva apoyada por TODOS los partidos políticos de oposición. Juan Guaidó es el nuevo presidente de la Asamblea Nacional.
- El 10 de enero, por la constitución, un presidente electo tiene que juramentarse ante la Asamblea Nacional (artículo 231). Si no lo puede hacer porque dicha asamblea no puede sesionar, lo hará ante un juez del TSJ (corte suprema). Esto no fue el caso en enero ya que la Asamblea Nacional estaba en sesiones normales. Tampoco es válido el argumento de un “desacato” de la asamblea ya que el juramento es un símbolo, no una ley, y por lo tanto la Asamblea Nacional es siempre válida para tales ceremonias.
- Al no ser reconocida la reelección de Maduro en mayo 2018, no podía este ir a juramentarse ante la asamblea, y esto no hacia valida su juramentación ante cualquier otro organismo. Nótese que Maduro no se juramentó ante la supraconstitucional Asamblea Constituyente (que tampoco es reconocida internacionalmente). Por lo menos hubiese tenido más lógica juramentarse ante esa asamblea constituyente ya que el gobierno solo le rinde cuentas a esa asamblea. Eso es una admisión tacita por el gobierno que la juramentación de Maduro tiene vicios de forma.
- Por lo tanto la Asamblea Nacional según el artículo 233 reconoce la falta de presidente en Venezuela y procede la asunción automática del presidente de la asamblea nacional (Juan Guaidó en este caso) como presidente interino hasta que se celebren nuevas elecciones en un periodo de 30 días.
- En esto el artículo 333 de la constitución apoya a la decisión de la asamblea ya que el régimen de Maduro ha violado repetidas veces la constitución nacional (nombramiento de jueces a destiempo, convocación a constituyente sin referendo, elecciones sin garantías, etc.) y por lo tanto la Asamblea está en el deber de rescatar la constitución.
- El 23 de enero Guaidó no se “juramento” ni se “autoproclamó”. Lo que hizo Guaidó el 23 de enero fue aceptar la responsabilidad de formar un gobierno interino de 30 días. Esto se hizo a manera de permitir a Maduro ofrecer algún arreglo. Al no hacerlo y amenazar aún mas (arresto breve de Guaidó entre otros) el 23 la Asamblea Nacional a través de Guaidó decidió asumir temporalmente el poder ejecutivo de la república.
- NOTA 1: la constitución de 1999 fue mal hecha, con muchas imprecisiones y vacíos. EL objetivo era para Chávez aumentar sus prerrogativas, establecer la relección y controlar el poder judicial. Lo demás no importaba. Esta pugna política hoy resulta de esas contradicciones, no la menor siendo la imposibilidad de convocar elecciones serias en 30 días en un país de régimen presidencial que requiere celebrar primarias, campaña electoral, etc.
- NOTA 2: en todo caso no se trata de un golpe de estado. Los tanques en la calle no obedecen a Guiadó.
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